Acompañamiento a lo largo del tratamiento nutricional

Almendra
Cuando un paciente está en pleno tratamiento nutricional, sea para el objetivo que sea, dos cosas son seguras:
  1. Espera llegar a su objetivo
  2. Espera que atiendas todas sus dudas
 
Sobre el primer punto, lo usual es que durante la primera o las primeras semanas del tratamiento el paciente tenga una motivación relativamente alta, dado que ya ha pasado por todo un proceso de decisión. Primero, se dio cuenta de que algo andaba mal con su cuerpo, sea de salud o estética. Luego, evaluó las opciones que tenía disponible: él mismo hacerse una dieta, pedirle a alguna amistad o familiar que se la haga, o acudir donde un especialista. Ahora, ya adquirió tus servicios, ya pasó por una consulta y el plan alimenticio está en sus manos, listo para ser consumido. Tu objetivo en este momento es que lo siga.
 
En este momento, dada la inversión mental y financiera que ha pasado en los últimos días, semanas o meses, tiene una motivación alta y está muy dispuesto -por lo general- a seguir el plan al pie de la letra. Es usual que en este periodo inicial el paciente haga una mayor cantidad de preguntas, dado que está en una etapa exploratoria del plan.
 
¿Por qué es beneficioso consumir tal alimento a tal hora?
 
¿Puedo beber los fines de semana, si al día siguiente hago ejercicio?
 
No comí una comida. ¿Eso significa que me demoraré más en llegar a mi objetivo?
 
 
Tres ejemplos de las miles de preguntas distintas que has podido escuchar y responder a lo largo de tus años ejerciendo.
 
Es por eso que tocamos el segundo punto: responder sus dudas. Esto no solo se refiere a aquellas dudas que el paciente te hace, sino también a anticiparte a la situación.
 
Si por ejemplo el paciente te mencionó durante la consulta que el viernes en la noche iba a ir a una reunión, ¿cómo crees que se sentirá si el viernes en la tarde le envías un mensaje de "recuerda tomar solo una cerveza"?
 
Debes ser consciente que hay momentos clave a lo largo del tratamiento. Por lo general, como ya se mencionó, la motivación es alta. Eso -y otros factores importantes- hace que al inicio se vea un mejor progreso (pérdida de peso o ganancia muscular acelerada). Sin embargo, el ritmo del progreso se torna marginalmente cada vez más decreciente. Esto quiere decir que si en el primer mes el paciente bajó 4 kilos, el segundo mes puede que baje 2.5 kilos. Esa diferencia puede causar que la motivación del paciente disminuya, y que quiera seguir menos el plan, y tenga peores resultados. En ese segundo registro de medidas (en el ejemplo anterior, cuando bajó solo 2.5 kilos), debes comunicarle de manera transparente los motivos y las expectativas futuras, para que no se haga una mala idea. Recuerda:
 

Un paciente contento es un paciente que te refiere

 
Para un mejor acompañamiento, recuerda que gracias al app de Almendra -disponible en iOS y Android-, puedes enviarle notificaciones personalizadas y automáticas a cada paciente, en el momento que quieras. Por ejemplo, si sabes que un paciente sufre de ansiedad en las noches y suele comer más de lo debido, enviarle un recordatorio con el por qué no debe hacer eso, o enviarle una frase motivadora, definitivamente hará que lo haga con menos frecuencia.

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