¿Por qué tener tu agenda en digital?

Almendra
Hace años (si tienes la edad suficiente), te enterabas de las noticias un par de veces al día: en la mañana, a través del periódico o del noticiero, y en las noches, a través del noticiero.
 
La transformación digital de todas las industrias está cada vez más presente hoy. El objetivo de la digitalización es hacer más simples y eficientes los procesos de la empresa o de uno mismo.
 
Desde hace un tiempo eso ha cambiado: tienes acceso a información todo el día, todos los días. Puedes ver los resultados en vivo de eventos deportivos, o estar al tanto de una noticia que requiere actualización constante. Y te adaptaste a esos cambios porque te trae beneficios tangibles: estás más informado y tienes mayor acceso a la información.
 
Vayamos al tema de este artículo y por qué deberías tener tu agenda en digital:
 

1. Disponibilidad:

No debes estar cargando en la mano o mochila un artículo adicional como lo es la agenda física. Tienes todo en la computadora o en el teléfono, artículos que de todos modos los requieres para otras actividades indispensables.
 

2. Cantidad de información almacenada:

Dado que una agenda digital se almacena en la nube, no debes preocuparte por quedarte sin espacio en la página y tener que escribir con letra muy pequeña en los bordes.
 

3. Recordatorios automáticos:

Porque de eso se trata una agenda, registrar el evento una sola vez y listo. Con una agenda en físico, debes estar revisando periódicamente qué es lo que tienes pendiente la próxima semana, o incluso al día siguiente, mientras que la agenda digital (no todas, pero muchas) ofrece el beneficio de recordatorios automáticos a tu correo electrónico, los cuales pueden ser configurados para que te llegue minutos, horas o días antes del evento.
 

4. Errores:

Si te equivocas en la agenda física, puedes tachar o borrarlo con liquid paper. En el primer caso, la página quedará mal estéticamente y en el segundo, ¡necesitas tener uno! En el caso de la agenda digital, un error es fácilmente reversible con un par de clicks.
 
 
Hagamos el ejemplo puntual de una consulta nutricional, comparando la agenda en físico con la agenda digital. Supongamos que la consulta es para el día 18 de abril, y hoy es el 14 de abril.
 
El primer paso es registrar la consulta, lo cual es bastante fácil y directo en ambos casos.
Luego, idealmente, sería cuestión de esperar a la consulta, atender al paciente, y listo. Pero los pacientes son personas, y las personas se olvidan.
 
Si solo dispones de una agenda física, debes revisar todos los días qué consultas tienes al día siguiente, para comunicarle el mismo mensaje a cada uno de los pacientes: "Hola Jorgito, recuerda que mañana tu consulta es a las 11 de la mañana en la calle Almendra 123". Puedes hacerlo a través de un servicio de mensajería como Whatsapp o llamando al paciente. En ambos casos es una pérdida de tiempo, dado que puede ser automatizado.
 
Si tienes las consultas registradas en tu calendario de Almendra, se le enviará automáticamente un correo de recordatorio de consulta días previos (puedes elegir con cuántos días u horas de anticipación se envía) a la consulta, sin que tú tengas que mover un dedo.
 

El resultado es el mismo, pero ahorraste como mínimo 20 minutos.

 

Ahora multiplica esos 20 minutos en 5 días de la semana, te ahorras 100 minutos, casi 2 horas, tiempo suficiente para ver una película y relajarte.
 
En conclusión, una agenda en físico no es un artículo obsoleto que no tenga valor alguno. Te permite mayor flexibilidad en cuanto al tipo de cosas que escribes, puedes hacer anotaciones rápidas e incluso dibujos. Sin embargo, una agenda virtual como la de Almendra posee características que sobrepasan los beneficios de una agenda en físico, como por ejemplo los recordatorios automáticos de consulta, o el hecho que puedes acceder a ella desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar y momento.

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